¿Has probado alguna vez a pintarte con Rimel un solo ojo?
Pruébalo y verás.
¿Qué?
¡Si es que no hay color!

5.10.08

CAMBIOS



Siempre hay cosas que nos gustaría hacer, un cambio radical de imagen, un piercing, un tatuaje, un viaje a la India en plan mochilero para conocer de verdad el país huyendo de los viajes organizados, saber decir NO, callar más, escoger más las palabras, saber disfrutar más de cada momento sin pensar demasiado en el futuro...
Pero nos dan miedo los cambios, somos animales de costumbres.
Las costumbres nos reconfortan, estamos dentro de lo establecido. La rutina que no nos sobresalta nos sume en un estupor placentero, en un automatismo hipnótico...

Siempre hay pequeños cambios, y siempre, aunque no lo veamos a primera vista, nos aportan un aprendizaje.
A veces nos llegan GRANDES CAMBIOS que hacen que nuestra vida se tambalee por completo. Y debemos adaptarnos, a veces nos cuesta tanto que no creemos poder superarlo. A veces, el aportar nosotros mismos algunos pequeños cambios, nos hace sentir más fuertes, hace que sintamos que controlamos la situación.

Cambiar la granja o bar de cada día para el desayuno o la comida, cambiar la ruta para ir al trabajo, ir a tomar unas copas a otro barrio, apuntarse a esos cursillos que siempre te han apetecido y a los que no te atrevías a ir. Cambio un poco más visibles como un corte o cambio de color de pelo, cambiar el estilo de vestir, tirando toda la ropa que nos recuerda nuestro pasado, cambiar toda la lencería, hacerse un tatuaje, depilarse con láser zonas placenteras para redescubrirlas...

He aplicado muchos cambios a mi vida, algunos no me han hecho sentir mejor. Otros, la verdad, me han sorprendido.
Uno de ellos ha sido hacerme un piercing en la nariz.
No me lo había hecho hasta ahora porque encontraba que en una nariz como la mía no quedaba bien (uno de mis pequeños complejos) pero como cuando he tenido el dinero para poder retocármela he preferido viajar o disfrutarlo en compañía, ni (como mi gran fantasía cuando era cría) me han abducido los marcianos cambiando a mi antojo todos mis defectos a cambio de información terráquea... pues decidí que a la porra con tantas tonterías y me lo hice.

¡Duele un poco, pero que gustazo me da cuando veo mi brillantito brillar! Ya hace casi un año que me lo hice, no me ha seguido apeteciendo hacerme otros, ni me gustan para mi los tatuajes aunque me encantan en otros. Un pequeño capricho que siempre he tenido y al que no sucumbía.

En definitiva de lo que se trata es de una búsqueda de nosotros mismos, de sentirnos mejor en nuestra piel, de afrontar los cambios que nos depara la vida lo mejor que podemos.

9 ME HAN GUIÑADO EL OJO:

Blogger Andaya said...

Yo me quedé con las ganas de uno en el ombligo, pero por perrería pura y dura no me lo hice y ahora ya no me apetece.
Pienso que hay que darle pequeños caprichos a la vanidad pasando de complejos. Es la forma más sana de integrarlos.
Bss.
Por cierto, me he cambiado de casa
http://blogandaya.blogspot.com/

11:38 p. m.

 
Blogger Mai said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

4:38 p. m.

 
Blogger Mai said...

uau! has dicho tantas cosas que no me queda nada que añadir... jeje.

Que me alegro de volver a blogomundo... jajaja. y que me alegro de que sigas por aquí!!!

un besote!!!!

4:38 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Shalam

12:18 p. m.

 
Blogger MU ARAE said...

andaya: Encuentro muy sexys los piercings de ombligo... cuando el vientre es plano, porque ver a algunas chicas "lucir" al pobre mientras éste lucha por salir a la superficie del rollito... como que no.
¡Tienes razón, si no nos damos un gustazo de vez en cuando...!
Ya he apuntado tu nueva dirección y te he visitado, la has decorado con tu estilo, así que me he sentido tan a gusto que me he servido un té con menta mientras te leía.
Besazo.

mixi: ¡Las 2 estamos de cambios, leyéndote he visto que tienes una entrada con ganas de aires nuevos! No se que tiene este mundillo que aunque se tarde se vuelve, y volver a leer a gente afín a ti, o que te hacen sonreír... reconforta, aunque estemos todos a miles de kilómetros de distancia...

Anónimo : ¡Alaikum Shalam!

1:37 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

yo tengo uno en el ombligo..
en cuanto a los cambios..uff, yo no puedo con ellos, me pongo malisima, psicomatizo todo, asi que se me pone una presion en el pecho que pa que, ganas de vomitar, y por supuesto unas diarreas de la leche jajaj
odio los cambioooos(importantes claroÇ)

10:59 p. m.

 
Blogger Eria.. said...

Pues con mi físico no pegan ni piercin ni tatuajes ni demás, que parezco bien clasiquita. Pero si algún día me hago un tatoo será una amapola en el púbis. Eso si, significaría un gran cambio y de momento, no lo hago. como mucho pienso si me quito la coleta o me dejo el pelo suelto jajaja de teñírmelo ni hablamos. Besitos varios.

6:19 p. m.

 
Blogger MU ARAE said...

Ensalada de chocolate: ¡Nena te he echado de menos, que es eso de que solo se puede entrar en tu casa con invitación?
Yo estoy teniendo que hacer malabarismos con mi vida, con mis sentimientos este último año. Que si ya no te quiero como antes, mejor lo dejamos, que si ahora vuelve y todo genial, que si vuelvo a estar como antes... No me he quedado calva de milagro.

Eria: ¡SUÉLTATE EL PELO NENAAA! No sabes el gusto que da, cambiar el corte, el color, aunque solo sean unos reflejos. Sigues siendo tu pero mejorada y si caes en manos expertas te sube de golpe la guapura.
¡Atrévete!

7:53 p. m.

 
Blogger Diani said...

que escrito.. wowww. medio verse en un espejo y comenzar a describir lo que se siente, me identifico mucho con esto.. aun no soy capaz del piercing pero si debo cambiar.. si no cambias te secas.

11:40 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home